lunes, 30 de abril de 2007

Tecnología al alcance de los niños

Según el presidente de Cisco, es preciso impulsar una revolución en la educación de las matemáticas, la ciencia y la ingeniería

Además de ser un medio de comunicación y de transacciones comerciales, internet y, por consiguiente, la tecnología, toma una función cada vez más notoria en la educación dentro de la escuela, el hogar, las empresas e instituciones en todo el mundo.
En este entorno, un porcentaje considerable de los jóvenes interactúa con la tecnología de una manera determinante y, desde luego, los niños la aprovechan en diversos sentidos. "Vivimos en un mundo en el que los niños están fascinados por los juegos interactivos, la mensajería instantánea y los teléfonos celulares, pero que en general no muestran mayor interés por las tecnologías que permiten llevar a cabo estas interacciones", comenta John Chambers, presidente y CEO de Cisco.
"Es por esto que debemos comprometer nuestros recursos e imaginación para despertar este interés y entregarles una educación que los habilite, y por ende a nuestros países a competir. Debemos reconocer, mientras diseñemos un sistema educativo que no deje a ningún niño fuera, que dejaremos a nuestros países fuera si no impulsamos una revolución en la educación de las matemáticas, la ciencia y la ingeniería", explica el ejecutivo.
Interacción tecnológica
Chambers sostiene que al penetrar la tecnología en todos los ámbitos, determina el modo en que "trabajamos, vivimos y jugamos y, cada vez más, la manera como aprendemos".
Dice que la misma tecnología que se está convirtiendo en el centro de la economía puede también ser la respuesta para la educación del siglo XXI.
"No hay mejor legado ni esperanza para nuestros niños que darles la posibilidad de una buena educación. La educación es el mayor nivelador en la vida. Y, cuando se empareja con internet, la buena educación se convierte en una posibilidad a nivel global, y de esta manera está más cerca de la realidad el objetivo de lograr una prosperidad distribuida más igualitariamente."
Chambers concluye que se trata "simplemente de una ecuación matemática. Un sistema educativo sólido, más un gobierno que ayuda, más una infraestructura de banda ancha sólida es igual a una ventaja sustentable que lleva a una economía fuerte. Restémosle un sistema educativo sólido y la ecuación no agregará nada".