martes, 5 de febrero de 2008

La apuesta es por los libros digitales

La mayor parte del acervo actual del recinto fue conseguido por donaciones; aseguran que están listos para dar servicio si el inmueble se reabriera hoy

Mientras que la administración de Vicente Fox invirtió más de mil 300 millones de pesos en construir un enorme edificio para la Biblioteca Vasconcelos, con capacidad para albergar 1.5 millones de libros, el gobierno de Calderón privilegiará la compra de libros digitales cuando el recinto reabra sus puertas.
“Apostaremos por las nuevas tecnologías, sin olvidar el papel trascendental del libro. Tenemos que adaptarnos a los tiempos actuales y ver que el gusto ahora es también por lo electrónico, por lo digital”, argumenta Federico Hernández Pacheco, quien ocupa la Dirección General de Bibliotecas tras la polémica salida de Saúl Juárez, funcionario que permitió que la biblioteca fuera utilizada como pasarela de moda para el catálogo de una tienda departamental.
Aunque la Vasconcelos permanece cerrada al público desde hace casi un año (cerró sus puertas el 20 de marzo de 2007 para corregir los múltiples defectos que hubo en su construcción), Hernández Pacheco asegura que el personal de la DGB ha seguido trabajando en la catalogación y clasificación del acervo. Indicó que el avance es de 80% y que están listos para atender a los usuarios si el recinto fuera reabierto hoy.
El proceso tuvo que corregirse, pues el Conaculta ya había pagado alrededor de 3 millones 280 mil pesos a la empresa Organización Técnica del Conocimiento SA de CV por realizar ese trabajo antes de que la Biblioteca Vasconcelos abriera por primera vez al público en 2006.
Al respecto, Hernández Pacheco enfatiza que fue un contrato que se realizó en la pasada administración y aunque Ignacio Padilla —el anterior director de la biblioteca— había manifestado que hubo múltiples carencias en el proceso técnico de dicha empresa, él considera que no fueron errores de fondo”.
— ¿No solicitaron que regresara la empresa a corregir el trabajo, como sucedió con las constructoras a las que incluso se les demandó para que cumplieran?
—Lo que puedo decir es que sí se estuvo revisando y verificando el trabajo y se detectaron algunas cuestiones, pero siempre lo corregimos. En realidad no eran cuestiones de fondo sino de forma, en el sentido de que se podían arreglar fácilmente en un tiempo muy corto.
La conformación del acervo de la Vasconcelos, lejos de responder al criterio de satisfacer las necesidades de la comunidad que busca atender —como lo sugiere la UNESCO—, se sirvió de donativos. La ex presidenta del Conaculta, Sari Bermúdez, decidió “pasar la charola” y solicitar a los gobiernos del mundo y a diversas instituciones que donaran libros para conformar el acervo inicial.
El resultado es que de los 575 mil volúmenes, el 60% fue obsequiados por los gobiernos de 20 países como Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, España, El Salvador, Finlandia, Francia, Guatemala, Irlanda, La India, Nicaragua, Perú, Turquía y Uruguay, entre otros. Lo que a su vez significa que una buena parte está en diversos idiomas.
A este número hay que agregar las donaciones por parte de los diferentes estados de la República Mexicana, de las instituciones públicas y privadas, de las escuelas y universidades, así como de las fundaciones y los particulares, como la que hizo Héctor Vasconcelos, al entregar más de 2 mil discos compactos que reúnen cerca de 12 mil obras musicales, con lo que se creó la Fonoteca.
El director General de Bibliotecas aseguró que si bien la donación seguirá siendo una de las formas para adquirir nuevos materiales, en la Vasconcelos no se aceptarán todos los libros, habrá criterios apegados a las directrices que marcan la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios (IFLA) y la UNESCO. “Debemos tener bien claro a qué público nos vamos a dirigir y con base en eso hacer una selección adecuada de los materiales. En esta administración básicamente vamos a apostar por las colecciones digitales, esto es, por los libros electrónicos, bases de datos, tanto referenciales como textos completos que se puedan consultar de forma remota en todo México y el mundo.
“La digitalización es pasar las obras de formato impreso a digital y esto no lo estamos haciendo, lo que estamos haciendo es desarrollar un portal de la Dirección General de Bibliotecas donde se pueda construir una biblioteca digital, en donde incluyamos una serie de recursos electrónicos que ya se distribuyen a través de diversas organizaciones y que consisten en libros electrónicos y publicaciones periódicas de texto completo, así como tesis de grado y una serie de contenidos que desarrollan instancias como la UNAM y el IFE. Estamos en el proceso de selección y el portal se presentará en los próximos meses.”