martes, 22 de abril de 2008

Sondeo revela elevados índices de intolerancia entre preparatorianos

  • Cuatro de cada 10 de los encuestados no aceptarían tener a un indígena de compañero

  • Casi 53% de los consultados rechazan convivir con estudiantes homosexuales

  • Acepta la SEP que entre sus tareas pendientes está erradicar la intransigencia entre los jóvenes.

Alrededor de 54 por ciento de los estudiantes de las preparatorias públicas de México manifestaron que no les gustaría compartir clases con compañeros enfermos de sida, mientras que 52.8 por ciento desaprobaron convivir con alumnos homosexuales, y 51.1 por ciento con discapacitados.
Además, cuatro de cada 10 estudiantes de ese nivel educativo no aceptarían tener un compañero indígena, ni tampoco de ideas políticas diferentes o religión distinta.
Tales revelaciones son resultado de la primera Encuesta Nacional de Exclusión, Tolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Nivel Medio Superior, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública.
La encuesta se aplicó a 13 mil 104 estudiantes de 15 a 19 años de edad inscritos en las preparatorias de los subsistemas federales, estatales y autónomos.
Los resultados fueron dados a conocer ayer por el subsecretario de Educación Media Superior de la SEP, Miguel Székely, quien subrayó que es en el bachillerato donde los niveles de intolerancia a la diversidad “son altos”. Por ello, llamó a fortalecer la formación de ciudadanos en un entorno de tolerancia a la diversidad y respeto a los derechos humanos.
Otros datos que aborda la encuesta se vinculan con la violencia. Sobre el tema se encontró lo siguiente: 16.3 por ciento de los estudiantes declararon que la violencia forma parte de la naturaleza humana, 16 por ciento justifican la agresión cuando sucede un robo, y 13 por ciento afirman que los hombres les pegan a las mujeres por instinto.
Aunado a ello, casi cinco de cada 10 hombres y más de dos de cada 10 mujeres admitieron haber abusado de sus compañeros y cuatro de cada 10 aceptan que han sido indiferentes hacia a sus pares. Además, 39.3 y 18.5 por ciento, respectivamente, han puesto apodos ofensivos; 36.5 y 35.3 por ciento han rechazado a sus compañeros, mientras que 22.5 y 31.3 por ciento aceptan que hablan mal de sus compañeros.
Respecto al trato que reciben en su casa, Székely indicó que la encuesta arrojó los siguientes datos: 56.9 por ciento de los alumnos se han sentido muy criticado en su casa, a 58.5 por ciento les es difícil hacer amigos, 62.9 por ciento se asustan con facilidad, 65.6 por ciento se ponen nerviosos cuando los mayores les dicen algo, 72 por ciento se sienten nerviosos, y 84.9 por ciento se ponen nerviosos por “muchas cosas”.
Otros datos reveladores sobre el trato y la relación con los padres son: 61.8 por ciento dicen no llevarse bien con sus progenitores, 58.6 por ciento afirman que sus padres les prestan atención cuando les hablan, 49.9 por ciento cuentan sus problemas a sus padres, 47.8 por ciento les hablan de lo que piensan sin sentirse mal, 45.5 por ciento demuestran afecto con facilidad, 36.7 por ciento les creen lo que le dicen, 37.2 por ciento saben cómo se sienten sin preguntárselo, y 36.7 por ciento les expresan sus verdaderos sentimientos e intentan comprender su punto de vista.
Tras dar a conocer la encuesta, Székely refirió: “la realidad es que en nuestros estudiantes los niveles de intolerancia son mayores de lo que podríamos suponer”.
El funcionario dijo que la complejidad que viven hoy los jóvenes que cursan la educación media superior es diferente a la de hace 20 años, debido a que ahora se enfrentan a nuevos desafíos que tienen que ver con la cobertura, la calidad y la pertinencia.
Por ello, dijo, la SEP trabaja con los jóvenes para resolver los retos del siglo XXI y juntos construir una sociedad democrática y con respeto a los derechos ciudadanos.
La encuesta se dio a conocer durante la inauguración del Seminario de Identidades Juveniles y la Expresión Emo, en el Salón Hispanoamericano del edificio sede de la SEP, a la cual asistieron académicos y directivos del Instituto Mexicano de la Juventud, Priscila Vera, así como la directora general de Servicios a la Juventud, Teresa Lanzagorta Bonilla.
Ante ellos expresó que el sistema de educación, media superior tiene la responsabilidad de enfrentar esos nuevos desafíos con calidad y pertinencia en los planes educativos a fin de que los jóvenes se inserten en el mercado laboral y jueguen un papel activo en el desarrollo y competitividad del país.

http://www.jornada.unam.mx/2008/04/22/index.php?section=sociedad&article=041n1soc

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