Cuarenta años después del movimiento estudiantil contestatario de "Mayo del 68", que revolucionó la sociedad europea del siglo XX, una exposición en Berlín vuelve la vista atrás para repasar aquellos convulsos meses de enfrentamientos contra el orden establecido.
Aunque el "mayo francés" ha pasado a la Historia como el símbolo de esa revolución estudiantil y obrera, en otros muchos países como Alemania miles de jóvenes salieron a las calles para reivindicar una mayor libertad y más derechos.
Con la ayuda de un extenso material gráfico y sonoro, la exposición "Berlín: Foco del 68" rememora los acontecimientos acaecidos en la capital alemana, escenario de violentos enfrentamientos entre los estudiantes y la policía, que lograron encender la llama de la revolución por todo el país.
La exhibición, que tiene lugar en la Casa Americana de Berlín, presenta una colección de objetos protagonistas de aquellos meses: desde cuartillas reivindicativas a algunas pancartas con las proclamas que gritaban los jóvenes manifestantes hasta barricadas.
Junto a la puerta del edificio, un tanque de las fuerzas de seguridad emite por su megáfono una grabación con las órdenes de la policía, que retrotrae al visitante al Berlín de aquellos meses.
Grandes carteles del Ché Gevara y Ho Chi Min añaden un toque de color a las fotografías y proyecciones en blanco y negro que documentan las concentraciones masivas, algunas de las cuales acabaron tiñiéndose de rojo.
La muerte el 2 de junio de 1967 del estudiante Benno Ohnesorg por disparos de la policía durante una protesta contra la visita del Sha de Persia al país, condujo a la radicalización del movimiento estudiantil y al nacimiento de grupos terroristas como la RAF (Fracción del Ejército Rojo), que siguió activa durante la década de los noventa.
La violencia es sin duda uno de los puntos negros que se asocian con el movimiento del 68 y el debate sobre sus logros y sus influjos negativos sigue vivo.
Por ello, la intención de los organizadores en este aniversario era crear un espacio para la reflexión en un lugar -la Casa Americana- cargado de significado, ya que era allí donde se concentraban los manifestantes para protestar contra la guerra.
Esa generación, que se revolvió contra el exceso de autoritarismo del Estado, creció con la obra de autores como Kant y Hegel, bebió de la literatura marxista-leninista, y tuvo como su principal ideólogo a Herbert Marcuse, profesor por aquel entonces en EEUU.
Los estudiantes no sólo exigían reformas en la educación y su formación, sino que sus reivindicaciones alcanzaban todas las esferas sociales, como la libertad sexual o la emancipación de la mujer.
En Alemania, un icono de esta generación fue Rudy Dutschke, cabeza del movimiento contra la guerra y defensor de la emancipación femenina, que pasaría a formar parte del Partido de Los Verdes en los años noventa, al igual que Joschka Fischer, quien llegaría a ser ministro de Exteriores en el Gobierno de Gerhard Schroeder.
La exposición abre también un hueco a otros acontecimientos de esa década convulsa, en la que esa generación de jóvenes asistió a grandes acontecimientos históricos como la Guerra de Vietnam, la Primavera de Praga o la muerte de Martin Luther King y de Kennedy.
En la intención de los organizadores también está el contribuir a que los jóvenes de ahora conozcan aquella etapa decisiva en la Historia reciente, algo que -aseguran- están consiguiendo, dada la elevada demanda por parte de los colegios en Alemania de asistir a esta exhibición.
Aunque el "mayo francés" ha pasado a la Historia como el símbolo de esa revolución estudiantil y obrera, en otros muchos países como Alemania miles de jóvenes salieron a las calles para reivindicar una mayor libertad y más derechos.
Con la ayuda de un extenso material gráfico y sonoro, la exposición "Berlín: Foco del 68" rememora los acontecimientos acaecidos en la capital alemana, escenario de violentos enfrentamientos entre los estudiantes y la policía, que lograron encender la llama de la revolución por todo el país.
La exhibición, que tiene lugar en la Casa Americana de Berlín, presenta una colección de objetos protagonistas de aquellos meses: desde cuartillas reivindicativas a algunas pancartas con las proclamas que gritaban los jóvenes manifestantes hasta barricadas.
Junto a la puerta del edificio, un tanque de las fuerzas de seguridad emite por su megáfono una grabación con las órdenes de la policía, que retrotrae al visitante al Berlín de aquellos meses.
Grandes carteles del Ché Gevara y Ho Chi Min añaden un toque de color a las fotografías y proyecciones en blanco y negro que documentan las concentraciones masivas, algunas de las cuales acabaron tiñiéndose de rojo.
La muerte el 2 de junio de 1967 del estudiante Benno Ohnesorg por disparos de la policía durante una protesta contra la visita del Sha de Persia al país, condujo a la radicalización del movimiento estudiantil y al nacimiento de grupos terroristas como la RAF (Fracción del Ejército Rojo), que siguió activa durante la década de los noventa.
La violencia es sin duda uno de los puntos negros que se asocian con el movimiento del 68 y el debate sobre sus logros y sus influjos negativos sigue vivo.
Por ello, la intención de los organizadores en este aniversario era crear un espacio para la reflexión en un lugar -la Casa Americana- cargado de significado, ya que era allí donde se concentraban los manifestantes para protestar contra la guerra.
Esa generación, que se revolvió contra el exceso de autoritarismo del Estado, creció con la obra de autores como Kant y Hegel, bebió de la literatura marxista-leninista, y tuvo como su principal ideólogo a Herbert Marcuse, profesor por aquel entonces en EEUU.
Los estudiantes no sólo exigían reformas en la educación y su formación, sino que sus reivindicaciones alcanzaban todas las esferas sociales, como la libertad sexual o la emancipación de la mujer.
En Alemania, un icono de esta generación fue Rudy Dutschke, cabeza del movimiento contra la guerra y defensor de la emancipación femenina, que pasaría a formar parte del Partido de Los Verdes en los años noventa, al igual que Joschka Fischer, quien llegaría a ser ministro de Exteriores en el Gobierno de Gerhard Schroeder.
La exposición abre también un hueco a otros acontecimientos de esa década convulsa, en la que esa generación de jóvenes asistió a grandes acontecimientos históricos como la Guerra de Vietnam, la Primavera de Praga o la muerte de Martin Luther King y de Kennedy.
En la intención de los organizadores también está el contribuir a que los jóvenes de ahora conozcan aquella etapa decisiva en la Historia reciente, algo que -aseguran- están consiguiendo, dada la elevada demanda por parte de los colegios en Alemania de asistir a esta exhibición.